El precio del deseo
De Elisabet P. MonteroA mi amado Bastian: Estas son las últimas palabras que te dedico, pero no las que te pienso. Ninguna de mis difuntas esposas me ha amado tanto como lo has hecho tú. Ningún hombre ha pronunciado mi nombre sin temblar, excepto tú. Sé que tu amor por mí era sincero. Los meses que hemos estado juntos han sido los más felices de mi vida, por eso tu marcha me duele tanto. Cuan irónico que esa curiosidad tuya que nos unió haya sido la misma que ahora nos separa. Mas no te guardo rencor. Siempre tuyo: Ian Bleu (tu Barba-Azul)
Relato
Conectando con bluesky...